
Pero acá había tantos personajes que a cada uno le gustó uno diferente. Y saben qué más Natalia nos contó que su mamá lanza unos sapucay terribles, porque es correntina, como el bicho colorado de esta historia. Entonces todos juntamos lo que sabíamos y aprendimos un montón. La parte que más les gustó a los chicos fue cuando el cocodrilo abrió su bocaza para ahuyentar a la hambrienta serpiente.
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